El vidrio es uno de los materiales más fácilmente reutilizables y, por tanto, más ecológicos que existen. En una lista de materiales nobles destacados, probablemente, a muy pocas personas se les ocurriría citarlo, pero quizás la definición de nobleza debiera ser revisada en esta época, en la que el cuidado del planeta se hace cada vez más necesario. Las botellas de vidrio, los envases, las bombillas o los instrumentos ópticos, por citar algunos, toman un valor distinto tras su primera vida, pues pueden renacer y reconvertirse fácilmente en otros elementos nuevos y muy distintos.

Botellas de vidrio: la solidez y la belleza

Utilizado en los más diversos campos, del vidrio se aprovecha su capacidad embellecedora y su dureza, a pesar de su aparente fragilidad. Algunos proyectos de construcción, por ejemplo, utilizan botellas de vidrio como elemento de soporte para introducir en el interior de las paredes, de forma que se apuesta por darle un nuevo uso a las botellas y sumar un elemento decorativo firme y original. Existen también azulejos realizados con vidrio reciclado, que aprovechan la diversidad de color en la mezcla y dan como resultado elementos decorativos únicos en el diseño de interiores.

Un proceso de creación y entrega

La durabilidad, la maleabilidad, la belleza y la transparencia del vidrio lo convierten en un material con muchísimas aplicaciones y con la capacidad de sorprendernos con sus posibilidades de formas y usos. Estos puntos fuertes son los que nos mueven en el proceso creativo al diseñar nuestras y envases en ESTAL. El vidrio es para nosotros un elemento noble y generoso, que ofrece una buena conservación y protección, y cuya maleabilidad contrasta con su firmeza. Todo ello nos inspira a crear y elegir entre las mil posibilidades que se abren ante nosotros en el proceso de creación. Es esta dicotomía entre durabilidad y flexibilidad lo que nos enamora y nos permite entregarnos a un proceso creativo donde podemos explorar y tentar los límites.

La vida tras la vida de las botellas de vidrio

A pesar de que la creación de las botellas de vidrio se produce desde la antigüedad y las técnicas se han mantenido desde tiempos remotos sin cambiar demasiado, en ESTAL seguimos apostando por la . La tradición sigue marcando y sugiriendo la perfección de la sabiduría centenaria, en la que han cambiado la velocidad de producción y los avances tecnológicos, pero que sigue apostando por el ritual de la sencillez, la perfección y la armonía de formas. El vidrio se convierte en un material generoso y noble, que además puede reciclarse infinidad de veces sin perder sus propiedades.

La conservación del planeta es algo que nos preocupa, y por eso en ESTAL estamos apostando cada vez más por materiales que permiten un total reciclaje posterior, tanto de las botellas de vidrio como de las etiquetas y todos los elementos que componen nuestros productos.

Nos hace felices saber que tras la vida inicial, nuestras botellas de vidrio renacen y siguen aportando belleza y distintas funciones en su vida posterior. Y es que en ESTAL entendemos que la innovación y la tecnología no tienen por qué estar reñidas con el cuid